Ser respetuosos con el medio ambiente ha pasado de ser una moda entre las empresas que adoptaban estrategias para mejorar su marketing social a ser una obligación. De ser una responsabilidad implícita a establecer una relación sólida entre estos dos conceptos, empresa y medio ambiente. ¿Sabes cómo adaptarte para cumplir con la Ley de Responsabilidad Medioambiental?
La ley de la que hablamos es la Ley 26/2007, de 23 de octubre, de Responsabilidad Medioambiental, que se incorpora al ordenamiento jurídico de la Directiva 2004/35/CE, de 21 de abril de 2004, para establecer unos principios de prevención de daños basado en la premisa de que “quien contamina, paga”. Aunque entró en vigor en 2007, no ha sido hasta los últimos años hasta que muchas empresas lo han aplicado, y algunas aún están aletargadas en actualizar esta serie de tareas pendientes de obligado cumplimiento para procurar un desarrollo sostenible.
Lo que debes saber sobre la Ley de Responsabilidad Medioambiental
Esta ley está dirigida a aquellos operadores que, dentro de su ámbito de aplicación, puedan provocar un daño al medio en el que se encuentran y exige adoptar medidas de prevención y la reparación de los recursos dañados para devolverlos al estado en el que estaban originalmente. Para ello, el titular de la actividad económica que ha ocasionado el daño debe asumir la totalidad de los costes de las medidas de prevención o reparación adoptadas.
En 2017, bajo la Orden APM/1040/2017 se aprobó una modificación en la que se exige a las empresas que presenten una garantía financiera. Esto es, ahora las empresas deben justificar cómo pueden pagar las posibles sanciones por dañar el entorno. Hay que tener en cuenta que las multas al respecto pueden oscilar desde los 10.000€ hasta los dos millones de euros (cuando las infracciones sean calificadas de muy graves), llegando a perder las autorizaciones para operar en dicha actividad económica.
¿Qué empresas son las más afectadas en la Ley de Responsabilidad Medioambiental?
El ámbito de aplicación de la ley incluye daños y amenazas a aguas y riberas del mar, suelo, especies de fauna, flora y hábitats.
Según el Anexo III de la ley, la nueva medida es más restrictiva con las empresas clasificadas como prioridad 1 y 2, es decir, las instalaciones de combustión con potencia superior a 50 MW o las instalaciones para valorizar o eliminar residuos peligrosos.
¿Qué más tener en cuenta respecto a la ley ambiental?
Para cumplir con todos los requisitos de la ley ambiental hay que consultar la siguiente información y cerciorarse de las medidas de prevención y reparación a adoptar en función de cada caso.
- Acceder a la información disponible online sobre los análisis de riesgo medioambientales que deben realizar los operadores que deban contar con la garantía financiera del artículo 24 de la ley. En este recurso online se incluye un buzón de apoyo para el asesoramiento técnico a los sectores afectados.
- Conocer de cerca el Modelo de Oferta de Responsabilidad Ambiental (MORA), el recurso que pone a disposición el Ministerio Para la Transición Ecológica y ha sido elaborado por la Dirección General de Biodiversidad y Calidad Ambiental. Esta herramienta permite conocer a los operadores de sectores industriales los escenarios de riesgo medioambiental.
Asimismo, se puede acceder a la aplicación del Índice de Daño Medioambiental (IDM) para estimar un índice asociado a cada escenario identificado en el análisis de riesgos medioambientales.
La finalidad es trabajar en materia de mejora del medioambiente y así disfrutar de una mayor calidad de vida para todos.