Con las cifras en mano podríamos afirmar que España se está posicionando como un ejemplo a seguir a nivel europeo en lo que respecta a la reutilización de aparatos eléctricos y electrónicos. Sin embargo, también es cierto que somos uno de los mayores consumidores de dispositivos electrónicos. Por ello la actual normativa trata de implantar las mejores alternativas para hacer frente a la producción de este tipo de residuos.
La actual generación de residuos de aparatos eléctricos y electrónicos y su reutilización
Se trata de una problemática que merece especial atención, puesto que los dispositivos electrónicos son a día de hoy uno de los productos más demandados por los consumidores españoles. Es evidente que esta demanda viene acompañada por un incremento continuado de residuos en este tipo de artículos, ya que cada vez los jubilamos antes. Según los datos aportados por Back Market, este consumo ascendente ha incidido en un incremento del 51% del volumen de basura electrónica generada en comparación con los últimos años.
¿Cómo reaccionamos ante este hábito de consumo?
Según los últimos datos obtenidos por Recyclia, la entidad administradora medioambiental, los españoles hemos reciclado hasta un 39% más de toneladas de residuos electrónicos en 2018. Entre ellos, pilas, tóners y baterías.
A decir verdad, en la actualidad somos un país referente en la reutilización de aparatos eléctricos y electrónicos (AEE) a nivel europeo. Un dato a favor de la aplicación de medidas que fomentan la reutilización de aparatos eléctricos y electrónicos.
Medidas y consumo responsable de los aparatos eléctricos y electrónicos
Alargar la vida útil de estos productos, fomentar un consumo responsable y reducir la acumulación de residuos electrónicos son los objetivos que persiguen la nueva legislación que ha sido aprobada en España en los últimos años. Y es que estas medidas son las alternativas más convenientes para reducir la producción de este tipo de desperdicios frente a un sistema de reciclado ineficiente para estos materiales.
La legislación de los RAEE en España viene encabezada por el Real Decreto 110/2015, de 20 de febrero de 2015, sobre residuos de aparatos eléctricos y electrónicos. En él se establece un modelo de gestión que pretende ser más eficiente que en épocas pasadas y se clasifican estos aparatos en siete categorías (electrodomésticos -grandes y pequeños-, equipos de informática y telecomunicaciones, aparatos electrónicos de consumo, aparatos de alumbrado, juguetes y equipos deportivos o de tiempo libre electrónicos y herramientas eléctricas o electrónicas). A su vez, este Real Decreto contempla la normativa comunitaria de la Directiva 2012/19/UE e incorpora lo establecido en la Ley 22/2011 respecto a residuos y suelos contaminados.
Con la nueva legislación los fabricantes de tecnología deberán reacondicionar una parte de sus dispositivos para frenar el crecimiento de la basura electrónica.
La entrada en vigor de la normativa que hacía obligatoria la recogida y gestión de estos residuos puso de ejemplo la iniciativa que puso en marcha Recyclia en 2018, “Tragatoner/Tragatinta”, que tenía la finalidad de reciclar los cartuchos de tóner y tinta de las impresoras. En solo cuatro meses se recogieron más de 37 mil kilos y se instalaron 824 puntos de recogida en establecimientos, empresas y edificios públicos.